Marcadores que Analizamos
INMUNOGLOBULINA E (IgE)
Las alergias IgE (inmunoglobulina E) son las respuestas inmediatas a una sustancia extraña que ha entrado en el organismo a través de los alimentos o por inhalación.
Las alergias IgE pueden provocar síntomas muy graves, como dificultad para respirar, hinchazón y urticaria. En los casos más graves, las reacciones IgE pueden provocar un shock anafiláctico.
INMUNOGLOBULINA G SUBTIPO 4 (IgG4)
La IgG4 (Inmunoglobulina G Subtipo 4) es otro anticuerpo producido en el organismo para luchar contra las infecciones.
Los niveles de IgG4 son beneficiosos hasta cierto punto, ya que bloquean la IgE o las reacciones alérgicas y producen tolerancia inmunitaria a los alimentos.
Un exceso de IgG4 provoca afecciones inmunomediadas, conocidas como IgG4-RD, que suelen afectar a múltiples sistemas orgánicos del cuerpo.
Por estas razones, es importante conocer los niveles de IgG4 en el organismo para poder mantener un equilibrio correcto.
Un ejemplo de tejido susceptible a niveles elevados de IgG4 es el esófago, que da lugar a la esofagitis eosinofílica.
La IgG4 también interfiere con la tiroides, contribuyendo a la tiroiditis autoinmune, y también puede causar Enfermedades Relacionadas con la IgG4 (IgG4-RD) de ovarios y próstata.
Dado que pueden presentarse en momentos tan variados, es difícil aislarlos únicamente a partir de los antecedentes dietéticos, por lo que las pruebas resultan especialmente útiles.
INMUNOGLOBULINA A (IgA1 – IgA2)
La IgA1 es la subclase más abundante de IgA en el cuerpo humano. Se encuentra principalmente en las mucosas, como el tracto gastrointestinal, donde actúa como primera línea de defensa contra los patógenos.
La IgA2 es la subclase menos abundante de IgA. Se encuentra principalmente en las secreciones mucosas, como la saliva y las lágrimas.
La IgA1 e IgA2 se pueden usar para diagnosticar inflamación gastrointestinal de varias maneras. Los niveles elevados de IgA2 en la sangre pueden indicar una infección por un patógeno intestinal, como el virus rotavirus o la bacteria Salmonella.
La IgA1 e IgA2 también juegan un papel importante en la regulación de la permeabilidad de la barrera intestinal. La IgA1 e IgA2 ayudan a mantener la integridad de la barrera intestinal al unirse a las células epiteliales intestinales y evitar que los patógenos pasen al torrente sanguíneo.
CANDIDA, ZONULINA, OCLUDINA Y LPS
En conjunto, la evaluación de Cándida, zonulina, ocludina y LPS puede proporcionar información valiosa para el diagnóstico de las inflamaciones gastrointestinales y la permeabilidad de la barrera intestinal.
CANDIDA
Se asocia con inflamación intestinal y permeabilidad aumentada. Los niveles elevados de Cándida en heces o sangre pueden indicar disbiosis intestinal y contribuir a síntomas digestivos como diarrea, estreñimiento, dolor abdominal y gases.
La detección de Cándida puede ayudar a identificar la causa subyacente de la inflamación intestinal y guiar el tratamiento antifúngico adecuado.
ZONULINA
Los niveles elevados de zonulina en sangre o heces pueden indicar inflamación intestinal y aumento de la permeabilidad de la barrera intestinal.
La medición de la zonulina puede ser útil para evaluar la gravedad de la inflamación intestinal y la respuesta al tratamiento.
OCLUDINA
Los niveles reducidos de ocludina en heces pueden indicar daño en la barrera intestinal y aumento de la permeabilidad.
La evaluación de la ocludina puede ayudar a identificar el daño intestinal y la posible entrada de patógenos y toxinas al torrente sanguíneo.
LPS (Lipopolisacáridos)
La exposición a LPS puede desencadenar inflamación intestinal y aumentar la permeabilidad de la barrera intestinal.
Los niveles elevados de LPS en sangre o heces pueden indicar una infección intestinal por bacterias gramnegativas.
INMUNOGLOBULINA G (IgG1-IgG4)
Los IgG son anticuerpos que proporcionan resistencia a largo plazo a las infecciones y tienen una vida media mucho más larga que una alergia IgE.
Esta sensibilidad alimentaria puede ser más sutil, y muchas personas viven con ella durante años, si no toda su vida.
Los síntomas de la sensibilidad van desde fatiga, dolor de cabeza/náuseas, convulsiones, hiperactividad, hinchazón, cambios de humor u ojeras.
Los síntomas de la IgG suelen aparecer entre 3 y 72 horas después de haber ingerido el alimento causante y crean una inflamación continua que puede empeorar la mayoría de las afecciones.
C3d (Componente 3 del complemento)
El C3d (componente 3 del complemento) es una proteína del sistema inmunitario innato que se activa por microorganismos en ausencia de anticuerpos.
Cuando el C3d se activa en respuesta a un antígeno, la porción C3 se une al antígeno.
Esta activación, aunque es independiente, amplificará la reacción que se produce con la IgG total aumentando enormemente la inflamación y los síntomas de sensibilidad.
Si el complemento está presente, amplificará la reacción de la IgG entre 1000 y 10.000 veces.
Por lo tanto, las pruebas que sólo miden la IgG pueden pasar por alto las reacciones a los alimentos que son más relevantes desde el punto de vista clínico.
El C3 se escinde en múltiples productos de descomposición del C3, y todos ellos desempeñan un papel en el aumento de la respuesta inflamatoria a los alimentos.